martes, 22 de mayo de 2007

El Espejo

Después de mucho tiempo, todo me lleva mucho tiempo de preparación y meditación, instalé un hermoso espejo en mi departamento, elemento que nunca había tenido, más que el que estaba sobre la bacha en el baño, sin mucha luz y que no me servía más que para comprobar que no salía a la calle con manchas blancas de pasta dental en la cara. Le pegué cuadraditos de vidrio de colores todo alrededor, como formando un marco, muy lindo me quedó el espejo. Lo colgué justo al lado de la ventana, en mi cuarto, por lo que la luz del sol entra directamente en mi cara cuando me paro frente a él.
Y me paré frente a él en horas del mediodía.
Inmediatamente, corrí a buscar una pinza y comencé a extraer bellos de mi cara que nunca antes había podido apreciar. ¿había andado por el mundo con bigotes hasta ese momento? Maldito espejo!!! Me pregunté si era mejor hacer de cuenta que no había visto nada, o hacerme cargo de la responsabilidad que implica comenzar a depilarme.
¿Cuál es el límite? ¿cuánto tiempo tendré que pasar delante del odioso reflejador de imágenes por día, a partir de ahora, para que lo que se inició hoy no se convierta en una catástrofe? ¿seré a partir de este momento más feliz?
Mujeres del mundo y hombres que se le animan a la depilación, pregunto, ¿cuál es el límite? ¿lo hay? ¿hasta dónde debe uno someterse a semejante tentación que después lo esclavizará de por vida?
Mientras tanto, me miraba al espejo y seguía descubriendo cosas que nunca antes había visto...

1 comentario:

Lolo dijo...

JAJAJAJA!
Es un horror ponerse frente al espejo, uno termina viendo CUANTOS defectos tiene en la cara. Se pone minucioso. Te mirás, hacés muec para que se vea mejor el lunar o el grano. Yo noté que mi ojo derecho es más chico, que hay partes en que la barba no me crece, que tengo pelitos en las mejillas (!). Un horror.

Digamosle NO a la tiranía del espejo, maldito reflejo de nuestra realidad!!!